No Es El Pais, Es El Señor Quien Te Bendice

Toma nota y no te distraigas de la bendición del Señor sobre tu vida. Muchos toman los países como los proveedores de bendiciones, sin embargo Dios en su palabra no apoya tal cosa. Dios es la fuente de la bendición y así se lo dejo saber a Abraham y su descendencia.

Hacemos mal cuando cambiamos a Dios por un país. Puede que el país esté pasando momentos adversos y por ello debe emigrar la persona, o que país puede carece de fuentes de trabajo, sin embargo de la mano de Dios nadie se quedará sin lo suficiente y necesario.

En el libro de Ruth que te recomiendo lo leas, encontramos la historia de un hombre llamado Elimelec, su esposa llamada Noemí y sus hijos Majlon y Quilion. Esta familia emigra por hambruna de Israel buscando trabajo en Moab

Pasados 10 años ya cuando sus hijos se habían casado con mujeres moabitas acontece una tragedia, todos los varones fallecen quedando Noemí viuda y enterándose que Dios ha visitado Israel y proveído de pan, que interesante el pasaje dice que EL SEÑOR había acudido en ayuda de su pueblo (Ruth 1:3-21) Esos 10 años fueron una prueba para Israel y sus moradores. Cuantos emigraron buscando en otros países vecinos sin confiar que Dios les proveería.

NO PONGAS TU CONFIANZA EN UN PAÍS, UN GOBIERNO, UN GOBERNANTE

Solo confía en Dios. Vives en una capital, Dios proveerá. Vives en la provincia, Dios proveerá. Vives en una montaña, Dios proveerá. Donde vivas Dios proveerá, y mucho más de lo que imaginas. (Deuteronomio 28:3-68)

Hace años pagamos un edificio para el ministerio, como puedes imaginarte caro, si, bastante. Teníamos con la congregación metas anuales y ya en el último año para cumplir con el pago me encontraba orando y le decía al Señor “Señor, otra vez voy a pedirle a la congregación que apoyen el proyecto y corran carreras económicas, ayúdame -me sentía apenado por el esfuerzo que varios fielmente hacíamos juntos- y el Señor hablo a mi corazón diciéndome: No dependas de los hermanos, depende de mi y diles a ellos que no dependan de sus trabajos, sino que dependan de mi” aquello fue impactante y alentador para todos los fieles.

AHORA YA SABES

Tu bendición ya ha sido programada por Dios y él proveerá los recursos para toda empresa que llevas por delante. Para tu familia y tus hijos también.

Un abrazo, Pastor Manolo JISL

“Yo haré de ti una gran nación. Te bendeciré y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.” (Génesis 12:2)

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